Hemos escuchado muchas veces el término “nació para ser un líder”. Sin embargo, el liderazgo es una influencia y la influencia es una habilidad. Y por lo tanto, el ser líder es una habilidad que puede ser aprendida. Entonces, ¿De qué depende si somos un líder? de la manera en la que utilizamos esa influencia y se construye por medio del sacrificio y el servicio.
Es por eso que como profesor, se debe mostrar apreciación, hacer el esfuerzo de conocer a los estudiantes. Entender que siempre hay una razón detrás de cada comportamiento. Lo importante aquí, es que no todos los educadores ven esto como algo importante y le prestan más atención a liderar a través del poder, a hacerles entender a los alumnos lo que tienen que hacer aunque no les guste solo porque el profesor tiene el poder y él es el que manda. Y existirán veces que esta estrategia funcionará, pero al final destruye las relaciones, la confianza, y causa que ese poder y ese liderazgo sea solo de manera temporal, que por lo tanto el aprendizaje dado no tendrá influencia dentro del alumno.
Por lo tanto, liderar desde el poder no trae consigo un aprendizaje significativo dentro de los alumnos. Querer enseñar desde el poder no creará una relación alumno-maestro de confianza, positiva. Al contrario, traerá consecuencias como que el estudiante no tenga apertura a aprender y si un estudiante no tiene esta apertura, será todavía más difícil que tenga un aprendizaje significativo.
Sin embargo, si por el contrario, el alumno tiene confianza de preguntar, ganas de querer aprender, será mucho más fácil que tenga la apertura de aprender y logré un aprendizaje significativo. Muchas veces se olvida de la influencia que un educador puede tener en la vida del estudiante y se olvidan de que el mejor aprendizaje debe de tener esa influencia, debe de tener la trascendencia de que lo aprendido pueda ser utilizado en distintas situaciones de la vida diaria del estudiante.
Es distinto un líder que gobierna desde el poder, a otro que realmente lidera desde la influencia, que logra tener una influencia tanto en el mismo como en los demás. Y sucede lo mismo dentro del ámbito educativo. Es diferente si tú como profesor solamente impones aprendizajes, tareas, comportamientos y no dejas que el estudiante desarrolle sus habilidades y tenga apertura, a ser un profesor que más de buscar un poder sobre el estudiante, buscas lograr una influencia dentro del alumno.
La meta dentro de la educación, siempre debería buscar una influencia positiva en el estudiante, que disfrute aprender, que él mismo busque y se motive a querer aprendizajes nuevos y que no se vea como una obligación. Pues el impacto y sobre todo la influencia que puede lograr el profesor en un estudiante es muy distinta cuando se busca que el aprendizaje sea atractivo para el a cuando solo es un tema más el que se debe de enseñar y de aprender.
Es por ello, que se debe motivar a los educadores a ser líderes desde la influencia y no desde el poder.