Una herramienta invaluable que podemos ayudar como docentes, padres y madres de familia, es la autorreflexión. Ésta es mirar hacia adentro, a nuestros propios pensamientos y sentimientos a pensar sobre nuestras acciones y conductas.

Este proceso de autorreflexión puede hacerse con niños o niños de cualquier edad, con los pequeños y pequeñas por ejemplo, llevando a cabo un análisis de las actividades realizadas al final del día a través de preguntas como  ¿Qué fue lo que más te gustó del día de hoy? y ¿Qué no te gustó? ¿Cómo te gustaría que fuera tu día mañana? O si ya se tiene una actividad planeada en el día como una tarea escolar, antes de iniciar la pregunta ¿Qué necesitas para hacer tu actividad? ¿Tienes todo el material listo? ¿Qué es lo que tienes que hacer? las preguntas los deben de llevar a respuestas concretas que los llevaran a cumplir con éxito su actividad.

Con niños y niñas mayores también en una situación cotidiana por ejemplo, al hacer un proyecto de la escuela o una tarea en casa, antes de iniciar la actividad o cuestionar ¿Qué vas hacer? ¿Tienes todo lo que necesitas? ¿Cómo lo harás? ¿Qué opciones tienes para realizarlo? ¿Cuál crees que será la mejor opción? Las preguntas que quizá nos parezcan profundas para los adultos, para ellos y ellas, se convertirán en un juego de análisis y hasta divertido. Si la actividad está completada con éxito se puede reflexionar con preguntas como: ¿Qué te gustó de la actividad?  ¿Que hiciste para tener éxito? ¿tuviste algún problema o dificultad? ¿cómo lo resolviste? Si el niño niña o adolescente no logró el objetivo, preguntar de la misma forma, pero enfocándose en los obstáculos que se presentaron, ¿Que fue lo más difícil? ¿Cuál fue el principal problema? ¿cómo te sentiste? ¿qué harías de forma diferente? dándole la oportunidad a qué aporte sus ideas, y tiempo para reflexionar y poder plantear nuevas estrategias.

Es importante escuchar las todas y no rechazarlas, la mejor forma es el cuestionamiento, para generar el análisis. El revisar el proceso de una actividad exitosa o no llevará a los niños niñas y adolescentes, también a desarrollar habilidades de autorregulación y control de impulsos, por ejemplo: si no cumplio la actividad porque se distrajo con la televisión o un juguete, o con sus hermanos, aprenderá a identificar esos momentos y a tomar acciones positivas, enfocadas a la meta. Estas actividades de diálogo también los llevará a desarrollar su concentración y enfocar sus esfuerzos al momento presente. Llevando su atención a las experiencias internas como sentimientos y pensamientos, y externas como distractores, cómo juegos, los compañeros y la familia.  Podemos reflexionar sobre lo que funcionó, lo que no funcionó, y cómo hacer que las cosas resulten mejor la próxima vez. La autorreflexión puede ser muy útil en las habilidades socioemocionales, en el aprendizaje académico, la realización de tareas funcionales, la organización y el bienestar general. Facilitándoles de esta forma el poder establecer objetivos concretos, alcanzables y las estrategias para lograrlos. Es importante ser para los niños niñas y adolescentes modelos adecuados de autorreflexión a través del diálogo, haciéndolos partícipes según su edad, de algunos de nuestros procesos como control de impulsos, enfocarse en la tarea evitando distracciones, en el logro de actividades cotidianas, de casa o de experiencias de nuestro trabajo.

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